Este título está publicado en la editorial Destino. Se trata de un cuento medio de risa, medio de misterio, sobre dos niños que aprendieron que la amistad es una gran ventana que siempre debe permanecer abierta, aunque a veces nos asuste.
Su autor, Andrés Pi Andreu, lo califica como un relato universal; el de cualquier niño que llega nuevo a una escuela o a un barrio y parece antipático hasta que los demás deciden averiguar quién es en realidad.
El libro -narrado en clave de prosa poética donde el cuento es una metáfora global- maneja de manera notable el miedo a lo desconocido y los prejuicios, al tiempo que muestra a los más pequeños el valor fundamental de la amistad, así como les insta a escuchar la voz de la razón para conocer antes de juzgar.
En resumen: es una pequeña gran historia contada con mucha sencillez, con la que es fácil adentrarse en los terrenos de la reflexión. Unas ingeniosas ilustraciones de Kim Amate terminan de redondear esta pedagogía de compenetración y necesidad de conocer a los compañeros que tiene el lector.
Esta obra ha resultado ganadora del XXIX Premio Apel-les Mestres de literatura infantil.
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