jueves, 28 de febrero de 2013


El sombrero volador

Autor: Daniel Nesquens
Ilustradora: Elisa Arguilé. 
Ediciones sinPretensiones.
(Indicado a partir de 6-7 años)


Esta vez, traemos un título que salió al mercado en el año 2006. Lo hacemos de nuevo, porque la reedición está siendo todo un éxito de calidad. Los pequeños lectores compartirán con gusto el universo surrealista del autor quien, con su especial forma de contar, mezcla con gran oficio la extravagancia con el sentido del humor, y sugiere lo máximo con lo mínimo.

El planteamiento gráfico de Elisa Arguilé (Premio Nacional de Ilustración) elige enfoques originales, situando la vista del lector fuera del epicentro de la acción.

Se trata de un libro realmente bonito, muy personal; adornado de matices e ironía, donde destaca la fuerza de las ciudades y esos personajes -en apariencia secundarios-, que andan por ahí como deambulando...  La propuesta llega a ser tan rica, que cada cual se sentirá atraído por algo distinto.

miércoles, 13 de febrero de 2013



¿Rinoceronte? ¿Qué rinoceronte?

Autor: Pablo Albo. 
Ilustraciones de Lucía Serrano.
Editorial Everest. 

Colección Leer es vivir, serie verde 
(Indicado a partir de 8 años)
Este título, ganador del XIII Premio Leer es Vivir (Modalidad Infantil), es una novela corta que pondrá los pelos de punta a los padres más amantes de la tranquilidad y el orden en el salón de su casa. En el acta del fallo se decía: "El jurado del premio ha valorado esta historia con  todos los ingredientes del perfecto cuento infantil, con imaginación, ironía y mucho humor.
La historia comienza cuando un erizo, recogido por un automovilista, llega a casa de una familia y se queda a vivir. Los vecinos, enterados de la historia del erizo, empiezan a llevarles animales de todo tipo, incluyendo osos pardos y dromedarios, para que se hagan cargo de ellos; la hermana del protagonista, por si fuera poco, tiene un rinoceronte propenso a tropezar con todo; pero cuya existencia y presencia ella niega: una especie de animal incorpóreo e invisible, por así decir.
Aparece también un elefante que goza de la estupenda cualidad de deslizarse por debajo de las puertas, tal que si fuera una notificación del ayuntamiento; la familia le pone Rendija, claro. Al poco llega Postizo, un león viejecito, desdentado y pacífico, pero que no soporta los gritos y que, cuando alguien levanta la voz -a lo que el padre de familia tiene cierta propensión- se lo traga, aunque después lo regurgite. Hay también un cocodrilo sordo, un hormiguero cuyas moradoras están siempre al acecho de bocados sabrosos, sean éstos visitas o miembros de la casa.  En fin, la familia vive cada vez más agobiada.